martes, 30 de agosto de 2011

Perdiéndose en la distancia


Ella...
se quedó sorprendida al darse cuenta de su propio engaño
de todo el tiempo (tanto y tanto tiempo)
jurándose a ella y a todos
que entre los dos no existía nada, que el vinculo que los unía
era solo una complicidad.. negando, minimizando siempre
el profundo cariño que le tenia
dominada por la prudencia, interpretando siempre su rol de estoica
de "mujer fuerte"; justificando sus cercanías como simple costumbre
y sus ausencias como absurdos berrinches.
Él...
comportándose como niño con miedo de madurar
con temor de si mismo y de lo que sentía.
Ella se engaño tan bien, que creyó sus propias mentiras
que le argumentaban que él era insensible...
sí, creyó uno a uno sus propios cuentos, sus propios inventos
hasta hoy.
Hoy que se anuncia su partida, hoy que se han liberado las palabras
y ha escuchado que este extraño cuento lo ha cansado
que este ser sin estar o este estar sin ser lo ha ido desgastando
hoy que con cariño, pero con firmeza escucha que su indiferencia es intolerable
que la incredulidad hacia él y la creencia en el mundo lo esta ahogando
y que se despide por siempre, por que ésta no es una más de sus ausencias,
ya no hay más capítulos en esta novela
ya se ha llegado al final.
Hoy la realidad es cruda y se abalanza sobre ella,
el mundo se derrumba y las ilusiones se desvanecen...
Ella y él... cobardes
ella y él humedecidos en llanto aun con miedo
llorando su cobardía, llorando lo que nunca fue
lo que perdieron sin haber arriesgado
lo que mataron sin haber nacido...
el final de una historia que nunca comenzó
con un te amo en los labios que pronunciaron en bajo
diciendo adiós con una falsa sonrisa
y perdiéndose cada quien en la distancia

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