jueves, 8 de noviembre de 2012

Libre como ave...

 
Siempre fuiste como el aire...
profundamente libre,
que querer atarte a mi
sería una locura...
Sería como cortarle las alas a un águila,
atar de la pata a un gran halcón,
o simplemente... tan absurdo
como querer atrapar a una nube entre las manos.
Siempre tan independiente,
tan libre en tus vuelos
en tus presencias y en tus ausencias...
que me adapte a tus estaciones
como el jardín a la primavera...
Tan soberano, tan libre en tu pensar
(cosa que siempre admiré)
que querer adaptar tus ideas a las mías
sería domar un león
para tenerlo en cautiverio;
sería reducirle la grandeza a un rey
y transformarlo en plebeyo.
Por eso, nunca intente atarte
ni aferrarme a ti
por que sabia que tu paso por mi vida
sería siempre así...
una constante marea que viene y va
sin reglas fijas...
una brisa suave de verano
refrescante y pasajera...
un delicado trinar de ave en mi ventana
llegando con el sol de la mañana
y despidiéndose al atardecer...
Siempre tan libre...
tan profundamente libre
como sueño infantil,
como lluvia de mayo,
como suspiro al viento...
tan inmutable y renovado...
tan efímero y eterno.
Sayuri


4 comentarios:

  1. Yo también conozco a una persona así, y es que realmente, su libertad enamora.
    Te sigo, y te dejo el link de mi blog por si quieres seguir también el mio :)

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    1. Mil gracias Martina, con gusto seguire tu blog... y tienes razón, en efecto es la libertad la que enamora, si cortaramos esas alas el ave no seria tan hermosa!!! Saludos.

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  2. http://www.ladamadelasvocesrotas.blogspot.com.es/

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