miércoles, 29 de marzo de 2017

Buscando al mago de Oz


BUSCANDO AL MAGO DE OZ. 

Cuando era niña tenía una extraña fascinación por el cuento de "El Mago de Oz", no me cansaba de escucharlo y posteriormente de leerlo o ver la vieja película. Amaba a todos sus personajes; pero sobre todo me encantaba cuando todo se resolvía sólo con chocar los zapatos rojos y decir: "no hay lugar como el hogar, no hay lugar como el hogar". 
¡Quién fuera Dorothy!, para resolver todo con un golpe de tacones, repitiendo su oración, quién pudiera soñar y seguir cantando sobre un camino amarillo de esperanzas ...
Un día, revestida con la fantasía de los sueños infantiles, me compré unas zapatillas rojas y salí a buscar el sitio indicado, un lugar al que pudiera llamar hogar. Así paso el tiempo caminando entre la gente, visitando varias casas, varios lugares sin lograr establecerme hasta que mi taconeo se detuvo en unos brazos, pensando que eran mi morada. Pero esa morada también se desvaneció, perdiéndose en la nada; como el pueblo de Kansas tras su ciclón en el cuento; se esfumó dejándome desvalida y perdida en un mundo al cual no pertenecía.
Hoy en mi realidad, donde ya no hay lugar para los cuentos de hadas,quisiera creer en utopías, como quisiera encontrar también al mago de Oz, para pedirle tantas cosas.... quisiera volver a colocarme las zapatillas rojas y seguir nuevamente ese camino amarillo.
Me creí tan inteligente, y me doy cuenta que necesito (al igual que el espantapájaros), un cerebro .. uno que me ayude a pensar objetivamente, que me vuelva práctica, que gobierne al corazón, que me vuelva cautelosa. Pediría también valor como el amigo León, valor para enfrentar mis batallas ésas las que cada vez siento más pérdidas y coraje; coraje para aceptar mis derrotas, sin lamerme las heridas...
Pero sobre todo me urge, como al hombre de hojalata, un corazón... un nuevo corazón, uno que no sea frágil, que no se entuma de dolor por cada desaire, que resista y sea fuerte, que no pare su latido en la ausencia de unos besos...que no sea tan soñador. 
Quién pudiera encontrar al Mago de Oz y robarle sus deseos al espantapájaros, al león y al hombre de hojalata... y después de eso... golpear las zapatillas rojas y volver a la seguridad de un hogar...
"No hay lugar como el hogar, no hay lugar como el hogar"....quien tuviese el alma inocente, quien fuera nuevamente niña para volver a soñar...


©Vicky Arizpe (Sayuri)

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